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En una propiedad horizontal, los vecinos deben compartir áreas comunes. Estas suelen ser el foco de atención de los administradores. Para estas zonas existen pólizas de seguro que las cubren de posibles daños y deterioros.
Adquirir una póliza de estas características es un elemento mejorador de la residencia. Asimismo, los vecinos ven mejorar su calidad de bien y relaciones interpersonales con estos instrumentos de salvaguarda.
Hoy te contaremos cómo son estos seguros, qué cubren y cómo hacerlos parte de tu propiedad horizontal.
La propiedad horizontal está conformada por dos tipos de área: las privadas y las comunes. Las privadas corresponden al espacio de los departamentos. Las áreas comunes, en cambio, son aquellas que utilizan todos los copropietarios.
Estas abarcan desde los jardines y accesos de la residencia, hasta sus escaleras, ascensores, etc. Todos los lugares de uso compartido y común, que están bajo el régimen del condominio.
También se incluyen la infraestructura compartida, que aunque no es exactamente un “área”, se trata como tal. Nos referimos a las tuberías, las bombillas, los vertederos, las cerraduras, los cableados. En general todo lo que también es de uso común.
Entendido este concepto, veamos entonces qué son y cómo funcionan las pólizas de seguro que las cubren.
“Las áreas comunes son aquellas que utilizan de forma compartida todos los copropietarios. Estas incluyen la infraestructura de uso común.”
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Las áreas comunes se deterioran por su uso y paso del tiempo, pero ese no es el único riesgo. En realidad, al tratarse de la infraestructura que está más expuesta, las áreas comunes pueden sufrir muchos daños. Es ahí donde entran las pólizas de seguro.
Los seguros para áreas comunes de propiedades horizontales cubren los daños ocasionados por hechos fortuitos o causas naturales. Es decir, no cubren el deterioro por uso, sino los hechos acontecidos.
Para los daños por uso, existen las partidas del condominio, que se usan para refaccionar y mantener. Las pólizas de seguro son una protección ante daños mayores cuyo origen no es el disfrute de la propiedad.
Así, las pólizas de seguro para áreas comunes funcionan en casos de:
●Incendios.
●Explosiones eléctricas.
●Impactos de rayos o centellas.
●Terremotos.
●Tsunamis.
●Conmoción social (huelgas, motines, protestas violentas, golpes de Estado, etc.).
●Hurtos calificados.
Como vemos no se trata del desgaste natural de la propiedad, sino de daños severos. Estos no tienen como origen la cotidianidad ni el transcurrir del tiempo. Son sucesos acontecidos y frente a los cuales deben prepararse los propietarios.
“Las pólizas de seguro para áreas comunes de una propiedad horizontal funcionan como protección a dichos espacios en casos de incendios, terremotos o situaciones de conmoción social.”
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Te preguntarás entonces, ¿qué elementos cubre una póliza de esas características? Para responder a ello es bueno saber que la ley obliga a dicha cobertura. En particular, la Ley 615, aprobada en 2007.
Este instrumento legal establece la obligatoriedad de, al menos, los seguros de bienes comunes. Estos protegen contra incendios y terremotos. En caso de ocurrir estos sucesos, la existencia de la póliza implica la reconstrucción de la copropiedad.
Así, estas pólizas llevan a una restauración de la propiedad en caso de ocurrir una tragedia de este tipo. Sin embargo, hay coberturas que trascienden a la ley. Entre otras, algunas pólizas pueden incluir coberturas como:
●Daños ocasionados por botes de agua o filtraciones.
●Responsabilidad civil frente a terceros.
●Seguros de responsabilidad civil para administradores y consejos de administración de la copropiedad.
●Seguros voluntarios.
●Reposición de material robado (para esto suele exigirse que el hurto sea calificado como tal por una autoridad, evitando así cubrir pequeños actos de ratería).
●Rotura de maquinarias.
●Daños ocasionados por reparaciones mal hechas.
Cada póliza variará en su cobertura de acuerdo con lo que ofrezca la compañía aseguradora. Por ello se recomienda una negociación adecuada de la póliza antes de firmar.
Es habitual que las pólizas que cubren muchos elementos, más que indemnizaciones monetarias, ofrezcan reparar daños. Así se cubren las espaldas las aseguradoras y evitan ser víctimas de fraudes.
“Por obligación legal, las pólizas deben, como mínimo, cubrir las áreas comunes en casos de incendios y terremotos. Ya luego, cada aseguradora ofrece sus propias coberturas.”
Incluso aunque están establecidas por ley, las pólizas de seguro para áreas comunes no son tan populares como deberían serlo.
La falta de una cultura aseguradora atenta contra esa sana protección a los bienes compartidos de una propiedad horizontal.
Utilizar una póliza de este tipo es una movida inteligente, ya que protege los bienes comunes. Además, esto revaloriza la inversión realizada por los propietarios. Nadie está exento de sufrir una calamidad, pero sí podemos minimizar riesgos con un seguro.
