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Si vives en un edificio o en una urbanización privada, seguramente eres miembro de una copropiedad. Pero ¿sabes qué significa esto?
Las copropiedades son muy comunes en el mundo inmobiliario, pero también son difíciles de administrar.
Al tener en conjunto los intereses de múltiples propietarios, es necesario tener un manejo efectivo y adecuado de la administración de los espacios comunes.
Así que, si quieres conocer un poco más sobre el tema, te lo explicaremos a continuación. Acompáñanos.
Para entender fácilmente en qué consiste una copropiedad, podemos tomar como ejemplo un edificio. En esta propiedad horizontal cohabitan muchas personas que son propietarias de espacios privados, pero también de espacios comunes.
Los espacios privados, o de uso exclusivo, generalmente son apartamentos. Pero con respecto a los espacios de uso común, como los pasillos, ascensores, lobby o terraza, tienen múltiples propietarios.
Esto hace que el uso y ocupación de los espacios comunes deba ser administrado y controlado en conjunto. De esto se encarga un organismo interno, como la junta de condominio (consejo de administración), o una administración inmobiliaria.
En resumen, una copropiedad es un espacio de uso común con múltiples propietarios. Esto significa que todos tienen poder sobre el espacio, pero de forma parcial.
“Una copropiedad es una propiedad compartida por varias personas, en la que tienen derechos y deberes.”
Así, los derechos y deberes del espacio también son compartidos. Por lo que siempre se debe procurar mantener una administración imparcial y justa entre los propietarios.
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Las zonas comunes en una copropiedad contemplan tanto elementos estructurales del inmueble como todas aquellas áreas de acceso compartido dentro del mismo.
Es decir, son zonas a las que los copropietarios tienen derecho y libre acceso, pero con las que también mantienen obligaciones y responsabilidades.
En este sentido, podríamos señalar diferentes áreas compartidas. Por ejemplo, aquellas relacionadas con la recreación o de disfrute común, como piscinas, canchas y jardines.
De igual forma, podemos enumerar aquellas que conforman la estructura del inmueble, propiamente hablando. En este grupo señalamos escaleras, sótanos, pasillos de tránsito, terrazas y garajes, entre otros espacios.
“Las zonas comunes en una copropiedad tienen diferentes funciones y atañen a todos los copropietarios.”
Asimismo, no podemos olvidar aquellas zonas operativas concernientes a los servicios básicos. Entre ellos podemos mencionar ductos principales de agua, luz, gas, alcantarillado, alumbrados y depósitos de desperdicios.
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Cuando nos referimos a una copropiedad, es importante establecer una serie de preceptos que pueden incluirse en un reglamento general de copropietarios. Esto será con la finalidad de garantizar una adecuada convivencia y aprovechamiento de cada uno de los espacios comunes.
Este reglamento puede ser interno, creado y aprobado en una asamblea en la que participen todos los copropietarios. Además, la realización de la misma tendrá que estar respaldada en las normativas legales vigentes en cada país.
Allí se podrán aclarar los deberes y derechos de cada copropietario y también se incluirán asuntos relacionados con el mantenimiento, cuidado y respeto de la propiedad.
“Poseer una copropiedad implica mantener un compromiso que incluye deberes y derechos.”
Sin embargo, la gestión de los espacios comunes no sólo es administrativa; también es contable. Y esto se debe a que la copropiedad puede recibir ingresos de diferentes fuentes.
Los jardines, terrazas, piscinas o salones de fiestas pueden ser alquilados para un uso privado durante un tiempo determinado. Esto genera ingresos para la copropiedad, los que deben ser correctamente administrados e invertidos.
Lo mismo ocurre con las cuotas mensuales de mantenimiento o condominio. Este es un monto otorgado por los propietarios para el beneficio de las áreas comunes.
En ambos casos, es vital tener una administración contable eficiente, que permita tener conocimiento de los pagos y alquileres concernientes a la copropiedad.
Esto no solo mejorará la gestión de los gastos e inversión de la copropiedad, también creará un ambiente de confianza entre los propietarios.
Conocer cuáles pueden ser las implicancias de poseer una copropiedad permitirá una convivencia tranquila, responsable y libre de conflictos.
Es muy importante saber que el uso de los espacios comunes no solo es un derecho, sino que también representa una responsabilidad.
Hablar de copropiedad es también sinónimo de convivencia. Y para que se logre una coexistencia armoniosa, lo ideal es demostrar una firme disposición a cooperar conscientemente y prestar especial atención a los reglamentos.
En este sentido, Daytona Intercloud es una excelente herramienta para administrar tu copropiedad. Desde el ámbito administrativo hasta el contable, obtendrás una opción fiable y segura para tu inmueble.
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